MAPA Y TRAMOS

Desde el mismo albergue de Montfalcó cogeremos el marcado sendero que desciende hacia el Norte.  Los primeros 600 metros, que nos llevan a la fuente de Montfalcó y al antiguo lavadero del pueblo, están interpretados con numerosos paneles que nos hablan sobre la fauna y flora del lugar.
Una vez aquí continuaremos el descenso hasta atravesar el barranco de la Tartera, pasaremos por el corral de la Viña (Una antigua edificación agrícola), y continuaremos el descenso hasta encontrarnos con el primer tramo de pasarelas que anclado en la roca nos desafiará desde lo alto. Seguiremos el sendero que nos dejará en otros 20 minutos en el pie del siguiente tramo, una vez ya atravesado, cogeremos el barranco del Següe al final del cual encontraremos el puente colgante que recuerda el antiguo paso histórico destruido durante la construcción del pantano. Pasado el puente colgante, y ya en el lado catalán, tardaremos diez minutos en llegar a la conexión con el GR1. Una vez aquí tendremos que decidir si nos damos media vuelta, o si bien queremos llegar al Congost de Mont rebei, en este caso, giraremos a la izquierda, hacia el norte.

Existe la posibilidad de ir a la ermita de la Pertusa, para esto deberemos de seguir en GR1 hacia el Sur, en dirección Corçá.

La ruta parte desde el aparcamiento de la Masieta, puerta de entrada a la reserva del Congost e Mont-rebei, gestionada por la Fundacio Territori i Paitsatge.  Nada más comenzar encontraremos una bifurcación señalizada, por un lado, el camino de la izquierda orienta al Congost de Mont-rebei por el camino de las Tarteres (GR1) y el de la derecha por l’embassament. El primero da un rodeo salvando las aguas del pantano de Canelles; el segundo queda inundado cuando el pantano se llena.
Por ello se toma el camí de les Tarteres que, a la izquierda, contornea el pantano y cruza un primer puente de madera que supera un barranco. Enseguida se vadea el barranc de les Jullanes, por otra pasarela de madera. Poco después, en el coll de Sant Jaume y tras una fuerte subida, se encuentra el desvío del SL-C 5 a la plana de Mont- rebei por el camí del Obaga Gran i dels Carboners. El GR1 baja por el camino más marcado (derecha) que lleva al puente colgante sobre el barranco de Sant Jaume (20 min). Pocos metros antes, se une con el sendero inundable del embalse que se obvió anteriormente.   El recorrido se aproxima al congosto y, tras cruzar el primer puente colgante sobre el barranco de Sant Jaume, llega a unos bancales abandonados (Les feixoles) donde se deja el SL-C 5 a la plana de Mont-rebei por Altimiris. Manteniendo la dirección se alcanza el inicio del tramo que recorre el congosto excavado en la roca caliza. El desfiladero se talla durante 2 km entre paredes de más de 500 metros de altura, y desde su inicio encontraremos pasamanos de sirga, que dan seguridad al caminante, y bancos de madera, dispuestos a modo de miradores, anclados sobre el precipicio. El camino se talla en la compacta roca caliza, llegando a horadarla por medio de túneles.
En el fondo del abismo aparecen aprisionadas las aguas del rio Noguera Ribagorzana. Frente al sendero se alza la imponente pared del Montsec de Aragón o de L’Estall. Tras un tramo de recorrido, sobre una empinada canal sita por encima del camino, se abre la boca de la cova de la Colomera o Palomera (670m; 45 min) A la que se accede mediante una cadena y grapas. Enseguida se sale del desfiladero, momento en que las vistas se abren al embalse de Canelles y los farallones meridionales del Montsec de L’Estall  y d’Ares y el sendero empieza a ganar altura.

A unos 20 minutos nos encontraremos con el desvío a Montfalcó que sale a mano derecha por un marcado sendero descendente.

Una vez en el parking continuaremos la pista ya a pie hasta el collet de la Pertusa,
antiguo parking y punto desde donde podremos subir a la conocida ermita (*), o bien encararnos rumbo norte hacia el Congost de Mont-rebei.

El sendero nos lleva al barranco de la Pardina o de la Bordonera que comenzará con
una fuerte y larga bajada, para llevarnos poco después al derruido Mas de la Pardina, a partir de aquí comenzaremos a ganar de nuevo altura hasta llegar a un pequeño morrón que nos ofrecerá unas inmejorables vistas sobre el murallón de Mont-rebei y el pantano, y a la vez alcanzaremos la cota máxima de este tramo (800m).
A partir de aquí iremos descendiendo poco a poco por terreno quebradizo contorneando los farallones rocosos de la Serra de Mill, y llevándoos al poco al
conocido Mas de Carlets utilizado en su día como refugio para los escaladores pero hoy ya en ruinas.  Bajo una monumental encina encontraremos una pequeña fuente. Una vez aquí comenzaremos ya el descenso primeramente a través de un pinar repoblado y poco después trazando una diagonal entre la vegetación de tipo
mediterráneo. Enseguida llegaremos a la intersección de los tres tramos y tendremos que decidir
hacia dónde dirigirnos.

(*) Hasta la ermita se llega en 5 minutos desde el collet de la pertusa, por un camino que al principio desciende unos escalones de madera, luego recorre una estrecha senda y en su parte final sube entallado a la roca, donde –en sus últimos tramos- encontraremos una sirga para ayudarnos.